CAMINO A LA EXCELENCIA II: Es cuestión de Ambiente

Me doy cuenta que hasta aquí no he escrito sobre mi propia percepción de mi carrera y como me siento en ella. Si bien es cierto que tomé la decisión entre muchas dudas, al poco tiempo supe que “Dios escribe derecho en líneas torcidas” y que estoy donde siempre quise estar. Para mí, el trabajo secretarial es ecléctico, completo, desarrolla más habilidades que otras profesiones, permite realizar mi sueño de ser “protagonista” de mi historia laboral y, tal vez, con acciones pequeñas pero satisfactorias al final de cada día, siento que “puedo dominar el mundo” en 8 horas, 5 días a la semana. El dinero no es mi motivación, aunque en el camino éste ha llegado solo. Mi principal motivación es sentirme bien en el lugar donde trabajo: importante, considerada, respetada, tener plena confianza en que apoyo a un EQUIPO HUMANO y que cuando lo necesite, ese mismo equipo me apoyará en retribución. Leí un artículo, no hace mucho, que trataba sobre la tendencia a considerar que “el trabajador merece una ‘remuneración emocional’.” Tal vez esa sea una gran respuesta para mí.
Cierto, me gusta mi trabajo, especialmente desde que descubrí la modalidad de Asistente o Secretaria de Gerencia, es decir ese nivel en el que se tiene cierta autonomía y mayores responsabilidades como la toma de decisiones, manejo y conservación de contactos, gestión efectiva de procesos y acciones unipersonales y en equipo para el logro de objetivos, podemos, incluso, manejar la imagen de nuestros jefes desde nuestra posición, etc. La pieza más pequeña dentro del “engranaje” de una oficina es, tal vez, la que permite que la “máquina empresarial” funcione como reloj… pero, es mejor que sigan pensando que son nuestros jefes los más importantes.
He mencionado anteriormente cómo, en mi experiencia laboral, he visto varios casos de profesionales que sólo se enfocan en una función específica de su carrera y son, digamos, inútiles para otras actividades, desde las más sencillas como establecer contacto telefónico efectivo con un cliente, hasta complejas como hacer una reingeniería de los procesos empleados para desarrollar su trabajo con eficacia. Sin embargo, en el campo secretarial, hoy en día se buscan mayores y mejores competencias, el mundo laboral es más exigente a la hora de describir el perfil requerido para una Asistente o Secretaria. ¡Bienvenida la exigencia!
La capacitación es importante: los cursos de Gestión Empresarial (o Asistencia de Gerencia), el dominar idiomas (principalmente el inglés), la imagen personal y ejecutiva (tan importante como los anteriores ya que ser asistente o secretaria es sinónimo de Imagen de la compañía), dominio de herramientas informáticas y aplicaciones que permitan solucionar situaciones y simplificar procesos, etc. Así lo entendí yo… y me dio muy buenos resultados invertir en mi propia capacitación para lograr mi objetivo principal: ser la mejor secretaria… y de paso lograr mejores ingresos y posiciones.
He tenido la oportunidad de pasar por ambientes laborales que han alentado ese deseo de mejorar y de entregar valor agregado al trabajo diario, aunque también debo indicar que sigo buscando el lugar que no sólo impulse una mejora, sino, que también retribuya salarialmente lo suficiente para costearla. De uno de esos ambientes hablaré en este espacio.
Esta es una empresa de importación, comercialización y soporte técnico de equipos de tecnología de información, de laboratorio minero, equipos médicos, etc. Una “empresa familiar” que abarcaba distintas ramas de negocios. El personal estaba conformado por vendedores profesionales, ingenieros, técnicos, secretarias y las gerencias ocupadas por los dueños del grupo empresarial. El ambiente laboral era de lo mejor, había camaradería entre todos los niveles, era realmente como una familia y siempre nos sentíamos bien al compartir tiempo juntos, sea por el cumpleaños de algún compañero o en alguna reunión fuera de la oficina. Era fácil demostrar tus habilidades y, al no ser una empresa gigante, también era fácil que los superiores tomaran nota de la performance de los trabajadores. Es aquí que aprendí que una Secretaria de Gerencia tiene responsabilidades mayores, aunque parezca que tienen menos funciones, y que eso era realmente lo que yo quería de mi carrera. Llegué a desempeñarme como Asistente de Gerencia de Marketing, aprendí mucho de esa experiencia y desarrollé habilidades que me han acompañado desde entonces hasta el día de hoy. La principal de ellas: la confianza en mí misma y en mi capacidad de resolver problemas.
La tranquilidad que se logra en ambientes como este es beneficiosa, no sólo para aprender del día a día y dar un plus sin que sintamos que estamos “esforzándonos” de más, sino, también, para cultivar el deseo de avanzar, de emprender cosas nuevas, como capacitarse. Es decir, al final del día no te sientes “tan rendida” que sólo quieres llegar a casa y descansar. Al final del día, sientes energía que quieres aprovechar, invertir en ti misma. Hay personas que tienen la mentalidad: “si la empresa quiere que me capacite, que ellos me paguen los estudios”… y así, terminan sin capacitación, sin avanzar y, en algunos casos, poco tiempo después… sin empleo. La capacitación es una inversión que nos favorece primero a nosotras mismas, segundo a nosotras mismas y tercero a la empresa donde estemos laborando en el momento.
Hubieron muchos motivos para estar allí, pero también algunos para volver al camino y seguir en la búsqueda de una mejora laboral: mi sueldo no me permitía capacitarme y, aunque mis superiores tomaron nota de mis habilidades no estuvieron dispuestos a mejorar nuestra relación laboral porque dieron por sentado que nadie intentaría salir en época de recesión económica, y fue así que después de aprender todo lo que pude, decidí buscar nuevos horizontes. Gracias a mi “camino andado”, he podido crear mi propia idea del Trabajo Ideal, una pregunta que se está convirtiendo en frecuente en las entrevistas de trabajo, ¿cuál sería tu trabajo ideal? Rpta.: Aquel que implique un reto, que me permita CREAR y ORGANIZAR mi espacio y sistema, con un mínimo de autonomía (como en el capítulo 3), dónde se viva un ambiente real de colaboración y camaradería o compañerismo entre todos los niveles sin diferenciación exagerada de “rangos” ya que todos trabajamos para la misma empresa y somos importantes, sea cual sea nuestro cargo, y contribuimos al logro de objetivos (sino, no estaríamos allí!), aquel que me retribuya económicamente lo suficientemente bien como para poder cumplir con mis responsabilidades familiares y personales y mi necesidad de capacitación, que se traduce en deseo de progreso y oportunidades. Yo lo seguiré buscando, porque sé que allá afuera existe y ya estoy cerca!

2 pensamientos en “CAMINO A LA EXCELENCIA II: Es cuestión de Ambiente

  1. totalmente de acuerdo con tus líneas escritas, a mi entender colocaste muy bien el sentir de nuestra profesión, me sentí identificada con muchas palabras que leí, y me dí cuenta de lo poderosa que llegamos a ser en 8 horas, 5 días a la semana, genial¡¡¡
    Un abrazo.

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    • Muchas gracias por tu comentario @Claudia! En todos nuestros caminos hay alegrías, decepciones y dificultades, pero el sentirse «importante» con aquello que hacemos es lo que se necesita para realizar nuestro trabajo con Excelencia… Si nos sentimos así, ya somos EXITOSAS! Espero que las siguientes entradas también sean de tu agrado. Otro abrazo para ti! 😉

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